- Analiza:
No sólo memorices, intenta comprender lo que estás leyendo.
2. Elabora (y sigue) un plan:
Si te organizas desde el principio y sigues una lista de cosas por hacer, no perderás tiempo buscando qué estudiar primero.
3. Estudia lo antes posible:
Estudiar al último momento solo conseguirá que tu cerebro se canse más rápido y guarde menos información.
4. Organiza tu material:
Separa por materias, fechas, temas, material extra, etcétera. Será menos complicado si estudias acerca de una sola materia durante un tiempo específico.
5. Escoge un lugar tranquilo:
Es difícil concentrarse con ruido a tu alrededor, especialmente si la gente que se encuentra a tu lado está haciendo actividades que tú disfrutas o te agradan. Encuentra un lugar en donde no te molesten, con luz, en el que estés cómodo (pero no lo suficiente para quedarte dormido) (no, tu cama es mala idea).
6. Haz preguntas
Pruébate a ti mismo. Al terminar de leer párrafos, pregunta qué fue lo más importante, datos principales, fechas, personajes, fórmulas, etcétera. Jerarquiza la información a partir de estas respuestas.
7. Estudia por periodos cortos
Demasiado tiempo leyendo acerca de lo mismo hará que te aburras y te canses. Es mejor tener un horario de estudio y descanso, por ejemplo: 40 minutos de estudio, 20 minutos de descanso. No perderás tiempo, recuperarás energías.
8. Practica
La práctica hace al maestro. Dependiendo la materia o tema, practica lo que puedas. Si es de lengua o literatura, practica recitando, leyendo, escribiendo. Si es de matemáticas, busca ejercicios y resuélvelos. La clave está en que relaciones con tu vida cotidiana lo que estás aprendiendo.
9. Usa tus libros
Los libros se ven pesados y, a diferencia de internet, la información no aparece con la búsqueda de una sola palabra en segundos. Sin embargo, suelen ser mucho más confiables y explican las cosas de forma mucho más detallada. Algunos incluso contienen ejercicios e imágenes. Prueba subrayando lo más importante o lo que te parezca más interesante.
10. Inventa alternativas de formas de memorización
Si lo tienes que memorizar, prueba con otras formas además de repetirlo una y otra vez. Haz una canción, relaciónalo con algo más, léelo con diferentes acentos. Si funcionaba cuando eras niño, ¿por qué ahora no?
12. Muévete
Antes de estudiar intenta estirarte, bostezar, despierta tu cuerpo. Entre descansos prueba hacer lo mismo. Te concentrarás mucho mejor si tu cuerpo está preparado y descansado, incluso hacer ejercicio unas horas antes ayuda.
13. Motívate
Recuerda por qué estás estudiando. Ya sea por una calificación, un examen importante, la oportunidad de conseguir algo o el simple hecho de aprender algo nuevo. Intenta relacionar lo que estás estudiando con algo que te interese. Si desde el principio lo ves como algo interesante, lo aprenderás más rápido a si lo ves como si fuera un castigo.
Recuerda, la mente lo es todo. Te conviertes en lo que crees. Por lo tanto; si te sientes listo y motivado y organizas bien tus actividades, podrás aprender lo que quieras. Tus posibilidades son infinitas.