Está comprobado que al momento de concentrarse es importante tener una alimentación adecuada para hacer más efectivas las horas de estudio.
Checa todos estos alimentos que te ayudan a pensar y estudiar mejor. Al estudiar, ¡todo suma! ¿estás comiendo las cosas y porciones correctas? Mente sana en cuerpo sano, dicen por ahí. Aquí te damos unos tips para tu alimentación y así mantener un rendimiento óptimo.
Primero que nada, si realizarás una actividad física o mental (como estudiar durante un largo periodo), es importante no realizar comidas muy pesadas, ya pues, la sangre se concentrará en tu estómago para el proceso de digestión y sentirás cansancio y sueño después de comer. Lo ideal es comer pequeñas porciones en lapsos cortos, para mantener activo el cuerpo.
También el tener una dieta equilibrada en proteína y carbohidratos ayuda al organismo y la mente. Para proteína puedes consumir carne, pescado, huevos y lácteos y por supuesto legumbres (lentejas, habas, frijoles, garbanzos, etc).
Otro elemento primordial son los alimentos ricos en glucosa que podemos encontrar principalmente en frutas y sus jugos, así como dulces y chocolates, los cuáles te proveerán de energía.
Agua simple, por defecto, funciona como combustible natural para tu cuerpo y te mantendrá activo para exprimir eficientemente esas horas de estudio.
Un punto importante a resaltar es evitar la ansiedad. A veces nos preparamos para un examen y si permitimos que nos invada la ansiedad pueda provocar que comencemos a comer compulsivamente. Recuerda que solo debes comer solo que necesitas. Cuida las porciones y los tipos de alimentación y no permitas que alimentos chatarra perjudiquen tu concentración y productividad.
En resumen, todos los alimentos ayudan a tu organismo, siempre y cuando cuides las porciones y lo hagas de manera balanceada. Carbohidratos, grasas, fibras, vitaminas y minerales que encuentras en verduras como zanahorias, lechuga, jitomate, limón, etcétera.
Como consejo final, no olvides darte pequeños descansos para tu cuerpo y mente. Combínalo con pequeños ejercicios de estiramiento para reactivar tu cuerpo por las horas que estés sentado mientras estudias.