Historias hemos escuchado muchas. El amigo, vecino o compañero que hizo el examen para la UNAM y no fue aceptado a la carrera que quería por no lograr el número suficiente de aciertos.
La presión siempre es alta. ¿Qué pasa si no pasas el examen de la UNAM? ¿Valdrá la pena volver a intentarlo? A pesar de hacer un máximo esfuerzo, siempre existe ese panorama para una gran mayoría de los estudiantes. Primero lo más importante que podemos aconsejarte: no te rindas.
Aprende a manejar y aceptar el hecho de que fuiste rechazado, pero eso no significa que sea el fin del mundo o que no haya más oportunidades. Esa frustración se vuelve mayor al momento de tener que decirles a tus papás y/o amigos que no fuiste aceptado. Asimila qué fue lo que sucedió, cómo sentiste el examen y sobretodo qué parte pudo haber sido donde se falla.
Existen muchísimos casos de aspirantes que no solo lo intentaron una vez, sino tres o hasta cuatro veces antes de poder ser aceptados. En esos mismos casos, incluso, existe la situación de que se hayan quedado a un acierto para ser bienvenidos, lo cual provoca una frustración mayor.
No te desesperes ni tires la toalla. Te recomendamos mucho que reflexiones sobre lo que pudo haber sucedido y lo vuelvas a intentar. ¿Se te hizo difícil la parte de geografía o literatura en el examen? Vuelve a dar un repaso e incluso, de ser posible, comparte tu experiencia con otros compañeros cercanos para que abras el panorama sobre el examen.
No le tengas miedo, ni rencor a la prueba. No es culpa de nadie, simplemente el haber sido rechazado es un indicador de que aún no estabas listo, pero tienes tiempo para estarlo, prepararte e intentarlo nuevamente.