Las guías de estudio son una gran herramienta que sirve para prepararnos ante la gran prueba para realizar el examen único.
Con las guías puedes medir tus resultados y el aprendizaje que has adquirido. Con base en esto, puede organizar las áreas de estudio o temas en los que te falta mejorar.
Una vez que detectes los temas que te faltan por mejorar, puedes volver a dar un repaso sobre los puntos específicos e importantes, para ser más efectivo.
La ventaja de ahora, es que puedes encontrar muchas versiones diferentes respecto a los exámenes únicos, por lo cual te puedes dar una idea de cómo viene dividida la prueba y detectar las áreas que necesitas mejorar.
Recuerda que las guías están divididas por temáticas y así te será más sencillo encontrar dónde se requiere mejorar el aprendizaje mediante conceptos, datos, hechos principios, acontecimientos, teoremas o lugares.
Si te cuesta trabajo dominar algún tema que venga en la guía, te recomendamos expresarla de diferente forma e interpretar su significado. También puedes comparar o relacionar con otro tema y determinar con ejemplos.
Recuerda que las preguntas se dividen en dos formas: conocimiento teórico y conocimiento práctico. Con las guías de estudio puedes aprender a detectarlas y así saber el método para resolverlas.
Lo más importantes es combinar las guías con otras técnicas de estudio y así complementar la información. Establece una rutina de estudio y asigna días para solucionar alguna guía de estudio a manera de simulación. Asigna tiempos límites y autoevalúate. Compara cuántos aciertos tuviste y razona las respuestas incorrectas, ¿por qué contestaste A y no B?
Regresa a los libros y otras herramientas de estudio y estudia nuevamente la parte donde hayas fallado. La próxima vez lo habrás aprendido y te será más sencillo al momento de resolver el verdadero examen único.