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Manual de supervivencia laboral para recién egresados (Primera parte)

Manual de supervivencia laboral para recién egresados (Primera parte)

La época de estudiantes es una de las más maravillosas en la vida, en ella se crean experiencias de vida, se conocen buenos amigos y se obtienen valiosos conocimientos. Es cierto que también tiene un lado difícil, los exámenes, proyectos, prácticas, servicio social y el escaso tiempo que todos los anteriores dejan para la vida personal, pero lo cierto es que; al concluir una carrera; sabes que has dado un paso muy grande y has obtenido un logro digno de admiración.

Es posible que al graduarte, sientas que la vida será un poco más fácil, no habrá exámenes, ni proyectos en equipo, tampoco tendrás que soportar a tus profesores, en cambio estarás ejerciendo tu carrera; esa que te apasiona; y además, estarás ganando tu propio dinero, ¿No?

La realidad es que el panorama para los recién egresados en el mundo laboral no es tan sencillo como lo imaginaste en la escuela. Puesto que aún debes enfrentar muchos retos antes de encontrar tu primer empleo, y mucho más para encontrar el empleo que te permita sentirte realizado de manera profesional, económica y personal. Es por ello, que conociendo los retos de los graduados al pasar de la escuela al trabajo, hemos creado un pequeño manual de supervivencia para hacer frente al mundo laboral.

Dividiremos este manual en dos partes, la primera de ellas, dedicada a la búsqueda de un primer empleo, y la segunda, a cómo hacer frente a los procesos de selección.

1.- Objetivos

Es verdad, ahora eres un graduado, conseguiste el título de licenciado o ingeniero, pero aún te queda mucha vida por delante y debes decidir qué es lo que quieres hacer con ella. Piensa en tu futuro e imagina que es lo que quieres estar haciendo en un año, en dos, en cinco y en diez.

Para trazar tus objetivos, toma en cuenta lo siguiente:

  1. Deben de ser realistas y alcanzables: Puede que tu sueño sea ser el abogado más exitoso de la región, o tener tu propio negocio con ganancias millonarias, lo cual es completamente valido y posible, sin embargo, si trazas estos objetivos a un plazo de dos años, probablemente terminaras exigiéndote en exceso y con un alto grado de frustración. Es mejor marcar pequeñas a corto plazo, y que te permitan crear los cimientos para aquellas que necesitan más preparación.
  • Investiga: Indaga lo más posible sobre lo que necesitas para alcanzar tus metas a largo y mediano plazo. ¿En qué necesitas adquirir experiencia?, ¿Necesitas una preparación adicional?, ¿Cuánto dura esa formación extra?, ¿Cuánto tendrás que ahorrar?, ¿Necesitarás de otros profesionales para alcanzar tus metas?, ¿Tendrás que mudarte?
  • Genera un plan de apoyo: Puede que las circunstancias no permitan que tu plan inicial se lleve a cabo tal como te gustaría, por lo cual es necesario tener uno de respaldo. Toma en cuenta que estarías dispuesto a cambiar y que quisieras mantener en la mira sin importar qué.

2.- CV

Una vez que tienes claros tus objetivos, es importante crear un CV que puedas enviar a las empresas. Al realizarlo, toma en cuenta los siguientes aspectos:

  1. Presentación: Los reclutadores reciben cientos de postulaciones al día, por lo que dedican solo unos segundos a revisar el CV de cada candidato. Busca que el tuyo resalte mostrando información precisa y sintetizando todo en una sola hoja.
  2. Experiencia: Puede que no hayas tenido ninguna experiencia laboral anterior, pero las prácticas y servicio también cuentan, así como los empleos que hayas tenido durante tu época de estudiante. Aunque dichos empleos deben ser incluidos en tu CV solo si se relacionan con el empleo que estás solicitando, realizaste actividades o adquiriste competencias útiles para esta nueva vacante, o bien, demuestran tu estabilidad y responsabilidad.
  3. Competencias: Aún si no cuentas con ninguna experiencia laboral previa, puedes resaltar tus competencias personales y profesionales. Piensa en aquellas habilidades técnicas que te hacían destacar entre tus compañeros de clase (análisis de datos, redacción, preparación de alimentos italianos, etc.), y también en aquellas virtudes personales que te hacen un buen colaborador (responsabilidad, puntualidad, compromiso, creatividad, liderazgo, etc.)

3.- Búsqueda de empleo:

Con tus metas claras y CV capaz de reflejar quien eres y que puedes ofrecer a una empresa, es momento de aventurarse al mundo de las postulaciones.

  1. Inscríbete a las bolsas de empleo: Crea un perfil en todas las bolsas de empleo que encuentres y mantente actualizado sobre la publicación de vacantes que pudieran ser de tu interés.
  2. Investiga el mercado: Conoce las empresas en las que podrías trabajar, dónde se ubican, qué vacantes ofrecen, cuál es su proceso de selección, qué necesitarías para entrar en ellas.
  3. Crea una carta de presentación y personaliza tu CV: Cada vacante busca algo diferente, así que personaliza tu CV en cada una de tus postulaciones para resaltar las competencias que en ella se están buscando.
  4. Se paciente: Es posible que tarden en llamarte, pero tarde o temprano pasará, mientras tanto puedes aprender de tus errores e ir probando nuevas técnicas para captar la atención de los reclutadores.

Si bien este proceso puede ser sencillo en la teoría, el llevarlo a la práctica puede ser mucho más complicado de lo que crees, es por ello que en Desarrollando el Talento contamos con nuestro servicio de Asesoría a profesionales que buscan empleo, donde les ayudamos a mejorar su CV, así como a conocer mediante psicometría sus principales fortalezas y áreas de oportunidad, al mismo tiempo que brindamos algunas sugerencias para trabajar en ellas.

En la segunda parte abordaremos algunos consejos para la primera llamada del reclutador, las entrevistas laborales y los procesos de selección de las empresas.