¿Importa la cultura organizacional al momento de reclutar?
Imagina la siguiente escena: el líder de un área realiza una llamada a una consultoría de RRHH solicitando una nueva vacante para su empresa, ha pasado ya por dos o tres consultorías anteriores sin poder encontrar al candidato ideal para la posición que busca. Esta desesperado, pues no entiende porqué a pesar de que los prospectos enviados por las consultorías cuentan con la formación necesaria y la experiencia deseada, ninguno de ellos ha logrado llenar sus expectativas, o han terminado dejando el puesto tras solo unos días. Simplemente no logra entender qué es lo que está fallando en estos procesos.
Al momento de realizar un proceso de reclutamiento y selección de personal, lo primero que se realiza es un levantamiento de perfil, en el cual se recolectan datos importantes para encontrar al candidato indicado para la vacante, como lo son la formación académica, experiencia, competencias y habilidades requeridas para un optimo desempeño de dicha posición.
Si bien, contar con un perfil bien definido es una pieza clave en el proceso de selección, esta no es la única información que resulta importante al momento de añadir a un nuevo elemento a una empresa. Un factor que a menudo se suele pasar por alto en las consultorías de RRHH, o por los reclutadores externos es conocer en profundidad la cultura organizacional de la empresa.
¿A qué nos referimos con esto?
La cultura organizacional hace referencia al conjunto de creencias, hábitos, valores, actitudes y tradiciones entre los grupos que existen en una organización. En pocas palabras, la cultura organizacional es el alma de la empresa.
Cada cultura organizacional es diferente, habiendo empresas para las cuales el trabajo duro y la perseverancia tiene mayor peso que la formación académica, hay otras para las cuales la puntualidad y exactitud son su sello característico y otras más que se destacan por su creatividad e innovación. También existen aquellas que se distinguen por su trato amable con los clientes, o aquellas que sobresalen por la limpieza y pulcritud de sus instalaciones. En fin, existen tantas culturas organizacionales como empresas en el mundo.
¿Por qué es importante esta información?
La labor de un reclutador es asegurar que exista la mayor compatibilidad posible entre el candidato y la empresa, lo que incluye empatar los valores y personalidad del candidato con los valores, objetivos y creencias que predominan en la organización.
Por ejemplo, posiblemente una persona creativa, relajada y poco ortodoxa pueda ser percibida como irreverente y poco organizada para una empresa en la cual su apego a procedimientos es uno de sus principales pilares, mientras que dicha persona podría terminar por renunciar al puesto después de un par de semanas al sentirse reprimido y que sus ideas no son apreciadas. Esta podría considerarse como una contratación no exitosa, sin importar que el candidato cumpla con la experiencia y competencias necesarias solicitadas por el perfil.
No significa que el candidato no sea apto para el puesto, simplemente que su personalidad no encaja con la cultura organizacional de la empresa, lo que lleva a que ambas partes se sientan decepcionadas de dicha experiencia.
Una forma de detectar esta compatibilidad candidato-empresa es por medio de una entrevista profunda, misma que permita conocer la percepción del candidato sobre los valores más importantes de la compañía, así mismo, esto se complementa con la psicometría y un análisis de la cultura organizacional de sus empleos anteriores.
En Desarrollando el Talento conocemos la importancia de conocer tu empresa desde adentro, por lo cual nos tomamos el tiempo de conocer su cultura organizacional y buscar a los candidatos que mejor puedan empatar con ella, asegurando así la satisfacción tanto del candidato como de la empresa al momento de tener una nueva incorporación.
Síndrome del impostor y búsqueda de empleo
Dentro del mundo laboral suele haber momentos en los cuales pareciera que nuestros esfuerzos no son suficientes y nos invade el miedo al fracaso. Este sentimiento es mucho más común de lo que muchos creen, tanto así que se le ha brindado un nombre: el síndrome del impostor.
Si bien no es una enfermedad mental reconocida dentro de los manuales oficiales de dicha área, el síndrome del impostor es definido como: un conjunto de sentimientos de insuficiencia que persisten incluso ante la información que indica que se trata de todo lo contrario. Se experimenta internamente como una duda crónica de sentimientos de fraude intelectual.
Se puede pensar que se trata de una condición poco común, sin embargo, de acuerdo al estudio The impostor phonomenon, publicado en el International Journal of Behavorial Science, el 70% de las personas ha experimentado esta sensación en algún momento de sus vidas.
¿Qué comportamientos presentan las personas que lo padecen?
Perfeccionismo: Sus metas suelen ser demasiado elevadas e irreales, lo que los lleva a sentir frustración cuando no pueden conseguirlas. Así mismo, cuando obtienen los logros deseados, suelen restarles importancia y atribuirlo a factores externos y no a sus propios méritos.
Auto-exigencia: Los estándares con los cuales miden su desempeño son elevados y rígidos. Se presionan para trabajar más y mejor de manera constante, teniendo repercusiones en su vida social y personal, ya que dedican muy poco tiempo a otras esferas de su vida.
Sabiduría innata: Consideran que los conocimientos deberían formar parte de ellos de manera innata, cuando tienen dificultades para aprender algo nuevo, se consideran a sí mismos como un fracaso, ya que deberían saberlo o bien, aprender en el primer intento. Esto genera agotamiento mental y frustración.
Aislamiento: Pedir ayuda es considerado una señal de debilidad, por lo que suelen aislarse, por lo que tampoco suelen trabajar en equipo o recibir retroalimentación de los otros.
Sentimiento de ser un fraude: Consideran que deben ser los mejores en su área, y aún cuando lo logran tienen la sensación de no haberlo logrado de manera autentica, sintiendo que han estafado a quienes los rodean y que serán descubiertos.
Otros datos interesantes al respecto
Las estadísticas indican que las mujeres son más propensas a sufrir este síndrome, en gran parte por el impacto cultural sobre el género, en el cual ellas suelen tener mayores críticas por parte de otros, además de dar mayor peso a las mismas, esto de acuerdo a El informe encargado por Access Commercial Finance en Reino Unido.
De igual manera el 84% de los jóvenes de entre 18 y 34 años, pese a encontrarse recién iniciando en el mundo laboral, han experimentado esta sensación según revelo el estudio realizado en Reino Unido. Así mismo, estudios realizados en Estados Unidos han señalado que al menos el 58% del personal del área de tecnología ha experimentado los síntomas de este síndrome en el último año.
¿Cómo afecta el síndrome del impostor la búsqueda de empleo?
Se ha estudiado la repercusión que tiene el síndrome en el desempeño laboral, encontrando que genera elevados niveles de estrés y en general se le correlaciona con el síndrome de Burnout. Sin embargo, cuando se presenta durante el proceso de búsqueda de empleo, sus repercusiones pueden ser aún mayores.
Los sentimientos de insuficiencia pueden verse reflejados al momento de armar un CV, restando importancia a los logros o experiencia obtenidos a lo largo de la trayectoria laboral. Así mismo, esto puede saltar a la vista de los reclutadores durante las entrevistas.
Los sentimientos de inferioridad, a su vez pueden generar desesperanza o la sensación de no ser contratado nunca por no ser lo suficientemente bueno para ocupar un nuevo puesto.
¿Cómo superarlo?
Existen estrategias que pueden ayudar a hacer frente a este síndrome:
Recuerda y reconoce tus logros: Crea una lista con tus principales logros a lo largo de tu vida, si es necesario pide a otros que te ayuden a recordarlos. Y plásmalos en tu CV.
Rodéate de amigos y seres queridos: A veces es necesaria la mirada externa para recordar aquellas fortalezas con las que contamos, de igual manera, comparte con ellos tus sentimientos y acepta los elogios recibidos.
No te compares: Recuerda que cada persona avanza a su propio ritmo y en condiciones diferentes.
Detectar los falsos errores: Somete a una evaluación los errores o fracasos que consideras que has tenido, entendiendo que la falta de excelencia no es en sí un error, ya que existe una amplia gama de grises (regular, bien hecho, satisfactorio, excelente, etc.)
Finalmente, si estos sentimientos persisten y afectan no solo a tu búsqueda de empleo, sino a otras áreas de tu vida, busca ayuda con un profesional de la salud mental.
En Desarrollando el Talento creemos firmemente que cada candidato cuenta con el potencial necesario para encontrar un empleo que lo ayude a su crecimiento personal y profesional, por lo que si has detectado que puedas estar experimentando este síndrome, lo que impide que tu búsqueda de empleo sea efectiva, puedes acercarte a nosotros y preguntar por nuestro servicio de Asesoría a Profesionales en Búsqueda de Empleo, donde te ayudaremos a detectar tus fortalezas y sacarles provecho para posicionarte en el empleo que deseas.
Empresas incluyentes
Existen el mundo una gran diversidad de personas; hablando en todos los sentidos; las cuales forman parte también del mundo laboral. El tema de discriminación en el trabajo ha estado presente desde el inicio de los tiempos, sin embargo, a medida que nuestra sociedad avanza, se busca que esta brecha sea cada vez más pequeña y se impulsado la inclusión al interior de las empresas.
Hoy día existen las llamadas empresas incluyentes. Este término se refiere a aquellas organizaciones que aceptan y/o promueven la diversidad dentro su estructura organizacional, es decir, que integran a su equipo de trabajo personas con alguna discapacidad, así como personas de todo tipo sin importar su género, edad, orientación sexual, etnia, religión, estrato socioeconómico, etc.
De acuerdo a un reporte emitido por OCCMundial, las principales causas de discriminación laboral en nuestro país son la apariencia física, género, edad, condición socioeconómica, orientación sexual y discapacidad. Siendo los grupos más afectados la comunidad LGBTQ+, las mujeres y grupos indígenas. Así mismo, un informe de PageGroup Latinoamérica señaló en 2020 que solo 3 de cada 10 empresas mexicanas son consideradas como incluyentes.
¿Qué beneficios tiene ser una empresa incluyente?
De acuerdo a un estudio realizado por McKinsey, las empresas incluyentes son 25% mas rentables que aquellas que no promueven esta cultura organizacional. De igual manera, las empresas consideradas incluyentes son más buscadas por las nuevas generaciones como centros de trabajo.
Otros de los beneficios de adoptar esta postura organizacional es el reconocimiento social, al contar con una imagen corporativa positiva, además de una mejora en el ambiente laboral.
Un ambiente incluyente promueve la participación de los colaboradores, quienes al sentirse escuchados y aceptados, tienen una mayor motivación que a su vez se ve reflejada en un aumento de productividad.
Así mismo, se promueve un sentimiento de pertenencia y orgullo hacia la empresa, aumentando el compromiso de los colaboradores con la misma. Esto aplica especialmente para los miembros más jóvenes de la organización, ya que una encuesta realizada a miembros de la generación millenial señaló que el 49% de los encuestados afirmaba que abandonaría su empleo actual en caso de no sentirse valorados. Por lo que el sentimiento de aprecio juega un papel importante en la retención del talento.
Finalmente, el fomentar el sentimiento de inclusión ayuda a mantener un ambiente laboral agradable y diverso en el cual los colaboradores se sienten seguros y libres de expresarse, promoviendo un sentido de compañerismo y colaboración dentro de los equipos de trabajo.
¿Cómo ser una empresa incluyente?
En México existe el distintivo de Empresa Incluyente “Gilberto Rincón Gallardo”, que lleva dicho nombre en honor a un político y activista que defendió los derechos de las personas con discapacidad y de diversos grupos vulnerables. Este distintivo se otorga a las empresas que decidan incluir entres sus colaboradores a personas pertenecientes a algún grupo vulnerable.
Para ser una empresa incluyente y poder obtener este distintivo, es preciso que las distintas áreas de la organización realicen un análisis detallado de las estrategias y políticas que desean aplicar para asegurar y promover la inclusión dentro de la organización.
Reinserción laboral después de la maternidad
Hace unos días se celebró el día de las madres, desplegando muestras de afecto y admiración por las mujeres que nos han dado la vida. No cabe duda que ellas son un pilar fundamental de la sociedad y en general de la vida de cada persona. Sin embargo, su presencia en el mundo laboral aún sigue siendo un tema complejo de tratar.
Hace un par de años publicamos un artículo dedicado a las mamás en el mundo laboral, en este se hacia mención que después de la maternidad, solo cuatro de cada diez mujeres contaban con un empleo remunerado y que esta cifra se reducía al añadir un numero mayor de hijos. Es común que tras el nacimiento de un hijo, como madre decidas tomarse un descanso del mundo laboral, enfocarte en el cuidado y crianza de tu o tus pequeños, pero, ¿Qué pasa cuando después de un tiempo se desea volver al trabajo?
Es justamente este tema en el que deseamos enfocarnos en este artículo.
Después de un periodo de inactividad laboral (porque la maternidad te mantiene activa en muchos otros sentidos) es necesario tomar en cuenta diversos aspectos que puedan ayudarte a volver al trabajo.
- Mantente actualizada
Volver al mundo laboral después de unos meses o años de ausencia, implica que las cosas no serán igual que lo eran antes de tomarte esta pausa. Nunca es tarde para volver a los estudios, aun cuando sea un curso corto de actualización, o bien puedes aprovechar para tomar un nuevo rumbo académico.
- Realiza otras actividades
Aún cuando no sea un trabajo remunerado, puedes participar de algún voluntariado o realizar actividades que te permitan conectar con el mundo. Platicar con otros adultos de temas no relacionados con la crianza brinda un espacio de reconexión y actualización, fortalece el desarrollo personal y genera un impacto en tu CV al mostrarte como una persona que se mantiene activa.
- Utiliza un CV funcional
Existen distintos tipos de CVs, dependiendo de lo que desean priorizar en su contenido. En el caso de un CV funcional, se anteponen las competencias y habilidades del candidato por encima del tiempo trabajado en una empresa. Asegúrate de destacar dichas competencias en función de la vacante a la que te postulas.
- Utiliza los aprendizajes de la maternidad a tu favor
Cuidar de otro ser humano brinda habilidades y competencias deseadas en el mundo laboral como lo son la organización, trabajo en equipo, gestión de tiempos, resolución de conflictos, etc. Habla de estas habilidades en la entrevista de trabajo, poniendo ejemplos de cómo se desarrollan dichas habilidades en tu día a día y cómo podrían trasladarse a tu nuevo empleo.
- Crea y fortalece tu red de apoyo
Puede que desees ser una “súper mamá” y llevar a cabo el cuidado de tu o tus pequeños a la par que brillas en el trabajo, pero la realidad es que es imposible cubrir con todo siendo un equipo de una sola persona. Busca apoyo en amigos, familiares y tu grupo cercano, de manera que puedas delegar algunas tareas y apoyarte en otros para cubrir todo lo que deseas lograr. Pedir apoyo no te vuelve menos capaz, pero si más inteligente.
- Busca alternativas
Es posible que por los tiempos, distancia, etc. tus opciones laborales se vean disminuidas. No te desesperes, puedes buscar opciones ya sea trabajos con horarios flexibles, trabajo desde casa, actividades profesionales independientes e incluso crear tu propio emprendimiento.
Volver al mundo laboral puede ser una tarea compleja y en ocasiones tardada, pero no te desesperes ni entres en comparativas, recuerda que cada persona tiene sus propios tiempos y maneras diferentes de llegar a los objetivos que desea. Finalmente recuerda cuidar de ti misma dedicando tiempo y/o acciones de autocuidado y autodescubrimiento. La maternidad no está peleada con el crecimiento profesional, pero requiere de un equilibrio que irás descubriendo poco a poco.
Boreout: El aburrimiento en el trabajo
Durante los últimos años, mucho se ha hablado sobre el Bournout, o síndrome del quemado, a tal punto que se implementó la NOM 035 para que los colaboradores no tengan una sobrecarga de trabajo y mejorar el ambiente laboral, sin embargo, existe otra cara de la moneda, en la cual un colaborador puede sentirse aburrido; y por tanto desmotivado; en su empleo.
¿Qué significa Boreout?
El termino Boreout proviene de la raíz anglosajona Bore (aburrido en inglés), y podría definirse como la falta de interés de un colaborador para continuar en su puesto, o la ausencia de estímulos y retos profesionales.
Aburrirse en el trabajo puede ser algo común, en especial para aquellas posiciones cuyo nivel de actividad es elevado solo en determinadas ocasiones y depende de factores externos, tal como es el caso de los guardias de seguridad, cuya labor es mantenerse atentos y entrar en acción solo si ocurre un imprevisto, también podría aplicarse este ejemplo a los cajeros o recepcionistas de sitios poco concurridos, cuyas actividades dependen de la llegada de personas al establecimiento. Aunque en los casos anteriores, los colaboradores son conscientes desde un principio que sus labores son principalmente la observación y mantenerse alerta, por lo que no podría hablarse de boreout propiamente. Sin embargo, existen otras posiciones en las cuales una persona puede sentirse poco aprovechada; y por lo tanto poco valorada; sabiendo que puede hacer más por la empresa, pero siendo limitada por esta.
¿A qué se refiere?
Antes de que la pandemia nos obligara a trabajar desde casa, se hablaba de un “presentismo laboral”, en el cual se pedía a los colaboradores asistir a su lugar de trabajo y cubrir un determinado número de horas dentro del establecimiento, sin importar que las actividades que estaba realizando cubrían o no dicho tiempo. Esto causa una sensación de aburrimiento y hartazgo, en la cual hay que cubrir una rutina que genera poca satisfacción personal y una sensación desmoralizante. Y si bien, el home office ha hecho algunas modificaciones en cuanto a las horas de trabajo o lo que se puede realizar en esos “tiempos muertos”, esto no significa que el problema haya desaparecido.
Son muchos los colaboradores que consideran que su trabajo es apenas visible o importante para la pirámide de su empresa; y al hablar de trabajo remoto esta sensación puede aumentar, pues no existe (en muchos casos) una retroalimentación o interacción con el resto del equipo.
Todo lo anterior desencadena en una baja o nula identificación del colaborador con su empresa, teniendo un total desinterés por el crecimiento de esta, los logros o reconocimientos que pueda obtener, e incluso indiferencia ante los fracasos de la compañía.
¿Cómo se manifiesta?
El boreout se puede presentar como una infraexigencia del colaborador hacia sus actividades, las cuales son consideradas rutinarias y sin sentido. El aburrimiento y desinterés por las actividades son otros de los síntomas, así como sentimientos de vergüenza o de culpa por no estar logrando las metas profesionales que se desean, e incluso en algunos casos, pueden presentarse rasgos depresivos.
¿Cómo prevenirlo?
La prevención depende de factores tanto internos como externos. Siendo los internos la búsqueda de los colaboradores de incentivos que los ayuden a sentirse motivados e interesados en su trabajo, así como involucrarse en el trabajo en equipo. Mientras algunos de los factores de prevención externos (por parte de la empresa) son el fortalecimiento de la comunicación entre mandos medios y subordinados, y entre los compañeros del mismo equipo, para que estos no se sientan aislados o poco valiosos, así como la constante asignación de retos profesionales a los colaboradores.
¡Brujas en la empresa!
Ha llegado la época del año en que las calles decoran de manera tenebrosa, los niños se disfrazan y los espíritus vuelven para visitar a los vivos. En años anteriores hemos hablado de los monstruos que pueden estar habitando nuestras empresas, como los fantasmas que se niegan a marcharse, aunque ya no estén, o los zombis que caminan sin vida por los pasillos, y es por eso que este año queremos dedicar este artículo a las brujas que rondan los rincones obscuros de las organizaciones.
Las brujas; o brujos; laborales son altamente peligrosos, se caracterizar por hechizar su entono y convertirlo de manera casi imperceptible en un sitio poco agradable para los miembros de la empresa. Mediante sutiles técnicas van entrando en la mente y corazón de los colaboradores, líderes e incluso los directivos, volviéndolos amargados y gruñones.
Utilizan hechizos simples pero efectivos, como los son los chismes de pasillo, comentarios sarcásticos y el sabotaje útil. No importa que posición ocupen dentro de la organización, siempre logran llegar a los otros, especialmente a aquellos que son pieza fundamental en la empresa.
Su lealtad a la organización es cuestionable, ya que, aunque se presentan a trabajar y cumplen con sus obligaciones, suelen quejarse del trabajo que realizan, de la estructura, la cultura, instalaciones, prestaciones, etc. Han causado la baja de más de un colaborador inexperto que cae en sus hechizos, y a pesar de su claro descontento con el lugar, sigue ahí.
Lo que las hace tan peligrosas es su habilidad para camuflarse, pueden esconderse detrás de esa persona que saluda y platica con todos, pero esparce rumores por la empresa, o tal vez se disfracen del personal de apoyo, aquellos que realizan actividades menores, pero que constantemente se queja con los puestos superiores de todas las fallas que ve sin aportar una solución, o quizá sea ese colaborador que lleva años en la empresa, enseñando a los más jóvenes como tener un desempeño menor sin meterse en problemas.
¿Qué hacer con las brujas?
Lo ideal es hacer una caza de brujas y asegurarse de que sus hechizos no alcancen al resto. Sin embargo, no siempre es tan fácil que tomen su escoba y salgan volando, por lo que es necesario hacerles frente usando estrategias que puedan competir con las suyas.
Los chismes de pasillo pueden eliminarse de raíz al crear estrategias de comunicación interna, de modo que la información sea clara, directa y llegue a quien tiene que llegar. Así mismo, hay empresas que se protegen al crear políticas que cuidan la integridad y privacidad de sus colaboradores.
Una cultura organizacional clara también ayuda a que todos sepan que esperar de su ambiente laboral, sin caer en especulaciones y puedan verse influidos por comentarios malintencionados. Así mismo, los eventos de integración y el trabajo en equipo evitarán que los colaboradores puedan ser divididos por algún hechizo.
Si como colaborador has logrado detectar a alguna de ellas, lo mejor es guardar distancia y evitar que sus embrujos hagan efecto en ti. Una actitud positiva y claridad en tus metas son los mejores antídotos para mantenerte a salvo.
Sin duda son muchos los monstruos que aún habitan las empresas, lo importante es poder detectarlos y combatirlos.
¡Te invitamos a leer nuestros artículos de años anteriores para que puedas hacerles frente a todos!